Las Palmas de Gran Canaria, jueves 16 de septiembre de 2021.- La Banda Sinfónica de Las Palmas de Gran Canaria, una de las formaciones que más expectativa genera dentro del programa del Festival de Teatro, Música y Danza TEMUDAS, afronta por sexto año consecutivo el reto de diseñar un gran espectáculo a la altura del carácter internacional de la cita grancanaria. Sus componentes, junto al músico invitado, el gallego multiinstrumentista Abraham Cupeiro, dirigidos por el maestro Daniel Abad Casanova, presentan «Pangea», una ambiciosa producción que recupera músicas e instrumentos ancestrales de los cinco continentes y que ha agotado todas las localidades para el encuentro del viernes 17 de septiembre, a las 22:00 horas, en el parque Santa Catalina.
Música, técnica y dirección escénica se alían para invitar al público a viajar a través del tiempo y del espacio. Así lo han explicado en la mañana del jueves sus protagonistas que, acompañados de la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Encarna Galván, y de la directora del Festival, Marisol García, visitaron el recinto que acogerá el concierto, un espacio habilitado para albergar, con las medidas de seguridad garantizadas, a casi un millar de personas, en concreto 938 localidades ofertó el Festival para este escenario.
«Pangea», el extinto supercontinente que existió hace millones de años regresará metafóricamente a través de la música, el lenguaje más universal. Esta es la idea que el artífice del proyecto, Abraham Cupeiro, trasladó en el encuentro con los medios. El concierto se presenta como una oportunidad de descubrir el talento del músico gallego como intérprete y guardián de la cultura y el conocimiento. Cupeiro no solo investiga y pone en valor la riqueza heredada de los distintos territorios, sino que construye los instrumentos y reproduce con solvencia los sonidos ancestrales de pueblos milenarios.
De nuevo, después de haber colaborado con la formación en las últimos ediciones del TEMUDAS, así como en distintos espectáculos y conciertos, la producción de la Banda Sinfónica contará con la fuerza, entusiasmo y energía de Daniel Abad Casanova, director titular de la Orquesta de Cámara de la Comunidad Valenciana, primer director invitado de la Ópera de Andorra y uno de los directores más versátiles de la actualidad, quien ha afirmado que esta cita reunirá “elementos fantásticos para que el público lo disfrute en lo musical y en lo social”, afirmación basada en la simbología de un concierto en el que “la música es un elemento conector de la unión entre las culturas del mundo”.
Diseño técnico y anticipo de un ambicioso proyecto
Tal y como relata la ficha del espectáculo, “durante el concierto sonarán desde la austral Oceanía y los ecos de sus caracolas, hasta las misteriosas montañas chinas que el sonido del hulusi dibuja con sus melismáticas melodías; grandes llanuras como las de Norteamérica, selvas como las de Sudamérica, la flauta peul de Senegal, la gaita búlgara, el desafiante zurna y las milenarias cornas de pastor” pero además, según lo relatado por el director artístico de la BSM, Germán Arias, destacará un espectacular diseño de luces, un juego de más de 150 focos móviles que desde techo y tablas del escenario interactuarán de forma sincronizada con proyecciones de vídeo y música. Según Arias se trata del montaje más imponente al que se ha enfrentado la Banda Sinfónica de Las Palmas de Gran Canaria, incluso afirma que “posiblemente sea la primera vez que una formación de estas características y un concierto sinfónico cuente con un diseño como este, un trabajo que lleva el sello del profesional Rafa Moya”.
En cuanto al contenido del concierto, los responsables han querido preservar el factor sorpresa, aunque han adelantado que en este viaje al pasado no faltará el recuerdo a las conexiones entre canarios y británicos. La Banda Sinfónica de Las Palmas de Gran Canaria avanzará una pieza de la Suite Sinfónica «Canary Wharf», obra escrita por Germán Arias y Daniel Abad Casanova que será grabada y estrenada a finales de año y que rememora las relaciones comerciales, las primeras exportaciones de plátano, la vida del Puerto de Las Palmas a principios del siglo XX y el complejo de negocios de Londres que bajo el nombre de Canary Wharf se levantó en el barrio de Tower Hamlets, en la zona de los Docklands.